Andrés Devés

Durante años, salté de una empresa a otra, esperando cada vez encontrar un lugar donde las cosas simplemente funcionaran—donde el software encajara perfectamente en los procesos, haciendo que el trabajo de todos fuera más fácil. Pero nunca lo hizo. Cada empresa tenía el mismo problema: sistemas torpes y desactualizados que eran cualquier cosa menos rápidos o simples. La frustración de ver a las empresas luchar con esta ineficiencia me corroía, pero no había nada que pudiera hacer. No sabía cómo programar, y la idea de aprender me parecía abrumadora. Además, tenía que mantener a una familia de cuatro; un sueldo estable era innegociable. Pero el estrés de estar en un trabajo que no se alineaba con mis valores y aspiraciones comenzó a pasarme factura. Me sentía atrapado, prisionero de un ciclo de insatisfacción y miedo. No podía imaginar dejar la seguridad de mi salario regular, por muy poco satisfactorio que fuera mi trabajo. Entonces, un día, todo cambió. Mi esposa, al ver el impacto que mi trabajo tenía en mí, me miró a los ojos y dijo: “Renuncia. Lo resolveremos. Todo va a estar bien”. Sus palabras fueron un salvavidas. Atravesaron mi miedo y me dieron el valor para considerar un camino diferente. Poco después, me topé con el mundo del No Code y Make.com. Fue como si se encendiera una bombilla en mi cabeza—aquí estaba una manera de resolver los problemas con los que había estado lidiando durante años, sin necesidad de convertirme en un desarrollador completo. Impulsado por la inquebrantable confianza de mi esposa, el apoyo de mis padres y hermanos, y la sabiduría que absorbí de los influencers que había seguido durante años, di el salto. Renuncié a mi trabajo. Fue aterrador, pero sabía que tenía que apostar por mí mismo. Empecé a aprender todo lo que pude sobre No Code y cómo integrar software en los procesos empresariales de manera eficiente. Cuanto más aprendía, más empoderado me sentía. Hoy en día, dirijo mi propia agencia de software, RucaLabs, donde ayudo a empresas como aquellas en las que solía trabajar a agregar tecnología a sus procesos—rápidamente, de manera simple y efectiva. He construido una vida y una carrera que no solo sostiene a mi familia, sino que también me llena. Y nunca miré atrás.